El programa reúne entre tres y cinco residentes —mujeres y hombres, artistas y profesionales del desarrollo humano— de diferentes nacionalidades y edades, durante un lapso de entre dos semanas y dos meses.
Cada residente realiza su práctica artística en las instalaciones de LILHA y en los espacios de otros proyectos e instituciones con los cuales LILHA tiene relación en la región de Bahía de Banderas. Los residentes participan en un intercambio entre sí y con la gente de la comunidad local para indagar la relación entre ser, arte, espiritualidad, naturaleza y ecología.
Para lograrlo, LILHA propone diversos escenarios de diálogo. Cada uno de éstos se construye de manera participativa. Adicionalmente, los artistas residentes proponen actividades, talleres y laboratorios dirigidos a diferentes grupos y comunidades con los que la Fundación trabaja.