Home > Nazaret Vázquez y Victoria Zapata

(Madrid, España), (Buenos Aires, Argentina)

Durante el mes de Noviembre LILHA inicia en San Pancho, Nayarit el programa de formación y práctica teatral “Yo, tú, ella, él, nosotros actuamos: Escenarios Inclusivos“ gracias al programa de apoyo para artistas en residencia del programa para promoción de las artes escénicas en Iberoamérica IBERESCENA. A través de este apoyo Nazaret Vázquez y Victoria Zapata viajaron hasta San Pancho con el objetivo de impartir talleres de creación escénica y movimiento, trabajando no sólo con el cuerpo sino con las emociones, generando así una actividad socio-cultural  y vecinal abordando diversas temáticas actuales de la sociedad.

Nazaret Vázquez se enfoca en los derechos humanos, la migración y la igualdad de género desde la interculturalidad, lo cual es muy pertinente para el desarrollo de un proyecto en contexto de Nayarit. Fue fundadora de la organización Theatre for Roots, que trabaja con instituciones como ACNUR y CREAR, entre otras. El objetivo de su práctica teatral es que sirva como herramienta a nivel político y social en los ejes del teatro social, intercultural, comunitario, de identidad y fundamentado en los derechos humanos.

Victoria Zapata cuenta con experiencia escénica desde escenarios no tradicionales, esta versatilidad brinda muchas posibilidades para las necesidades del contexto en el que se realizará esta residencia. Su apuesta profesional se enfoca en la constante búsqueda de la articulación artística en relación a los individuos y su entorno, enmarcada en una intención de encuentro entre el arte y la conciencia social.

En este marco, se brindaron 4 talleres de múltiples sesiones para cuatro grupos diferentes; el primero, denominado “Entre Mujeres. Taller de creación escénica“, reunió a mujeres que cohabitan en el pequeño pueblo pero que paradójicamente no se conocían entre ellas, y permitió un espacio de exploración de la propia historia y el cuerpo, para relatar, desde lo escénico, lo personal y lo colectivo. Permitiéndoles reconocer y reconocerse.

25 asistentes a lo largo de las 8 sesiones.

El segundo grupo con el que trabajaron fue una emergente compañìa teatral local con alrededor de 10 integrantes, conformada por personas que han tenido otras experiencias de éste tipo y también por personas que se acercan por primera vez al lenguaje y al mundo escénico. Con ellos, se organizó un taller intensivo en colaboración con Ramiro Daniel, dramaturgo, director y ahora actor teatral. Este taller se llevó a cabo en La Bodega Teatro, espacio que también prestó su escenario para la presentación de un ciclo de teatro gratuito compuesto por las obras Expedición Ballenera a cargo de una tal Leslie y El grito, piezas escénicas dirigidas por Ramiro Daniel y encarnadas por la compañía teatral Vom Viagen, de Puerto Vallarta. El ciclo de teatro estuvo alineado con la temática de la residencia, abordando las elecciones de vida basadas en los presupuestos de la sociedad patriarcal, la desigualdad social, la discriminación y la violencia sistémica contra las mujeres.

Asistentes al ciclo de teatro: 70 personas

El tercer grupo, consistió en los alumnos de la escuela secundaria Mar Patrimonial. Victoria y Nazaret visitaron dos veces por semana a los adolescentes y les propusieron ejercicios de exploración corporal, trabajando la concentración y la autopercepción.

Asistentes: 15 jóvenes.

Además, las residentes brindaron una serie de talleres a las mamás  de los becarios del Programa de Becas del Centro Comunitario Educativo Entreamigos, por lo que de alguna manera se cerró el círculo generacional entre hijos y papás descubriendo al teatro abrirse frente a sus ojos como un espacio más de imaginación y creatividad.

Asistentes: 40 mujeres

Transversalmente a estas intervenciones, talleres y dinámicas, Nazaret documentó las percepciones, vivencias e ideas de diversas mujeres con las que interactuaron. También tomó fotografías y de los retratos recogidos -y a modo de cierre de toda la experiencia-  confeccionaron el mural titulado “Existen” frente a la Plaza del Sol, plaza central de San Pancho, con la intención de visibilizar la diversidad de mujeres que viven en el pueblo, para que sean reconocidas y que se reconozcan.

Como resultado de esta residencia, todos los involucrados compartieron experiencias y conocimientos, conviviendo dispuestos a dialogar, abiertos a lo nuevo, utilizando el teatro como herramienta, cumpliendo la premisa inicial de hacerlo desde una perspectiva horizontal de co-creación que permita a ambas partes explorar, comunicar y desarrollar sus inquietudes, intereses y talentos.